Para mí, la Navidad no comienza el día de Thanksgiving. Ni el día cuando se escucha musica navideña en la radio. No. La Navidad comienza la noche cuando aparece "A Charlie Brown Christmas" en televisión. Esa noche me siento frente a la tele y dejo que la magia de Peanuts me transporte a la Navidad. Me río de nuevo con Lucy y Charlie Brown. Disfruto la música de Vince Giraldi. Se me forma un nudo en la garganta en la escena donde todos se burlan del arbolito feo y se me aguan los ojos cuando el arbolito se transforma uno frondoso.
Es un ritual que llevo haciendo hace más de 30 años, desde que por primera vez vi este especial, en aquel tiempo cuando cable tv consistía de dos canales. Hacía una alto en mis años de universidad en Minnesota para ir a mi cuarto y verlo. Y, bueno, sigo viéndolo año tras año.
Y es que hay una simpleza y unos buenos sentimientos en este especial. Como si hubiera estado escrito no tanto por alguien con mucho talento, pero más por alguien que es una buena persona. Alguien que cree en la Navidad. Alguien que sabe que la verdadera Navidad se trata de los amigos, de la familia y de la esperanza que nuestro mundo puede ser mejor. Alguien que reconoce que la idea que dentro de cada arbolito triste hay uno grande, frondoso y maravilloso listo para salir, sigue viva Navidad tras Navidad.
1 comment:
Sabes que nunca he visato esa película? Estaré pendiente a ver si la veo en TV o la alquilo.
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