El miércoles entré a Instagram a eso de las 11pm y vi una foto que me impactó.
Era una foto de un grupo de personas en una agencia en la que trabajé a principios de los 1990 y donde pasé 6 años de mucho trabajo y donde casi me convertí en una alcohólico. Pues vi en esa foto muchas de las personas con la que trabajé en esa época y algunas que llegaron luego.
¿Y qué más vi en la foto? Vi al grupo esperando que salieran unos anuncios de Black Friday, cada uno de ellos con una bebida en la mano y en gesto de hacer un brindis.
No sé como explicar lo que sentí. Primero, me dió pena por ellos. Después de todo es un día donde casi todo el mundo se va a su casa al mediodía, después del almuercito de pavo de la oficina.
Segundo, los miré ahí todavía con el alcohol para poder pasar el rato. Bebiendo para quitarse el estrés y la tristeza, como yo hice hace 20 años cuando estaba allí.
Tuve varias reacciones luego, me sentí bien conmigo, de poder haber salido de ese hoyo. De haberme movido a lugares donde, aún cuando hubiera mucho trabajo, no llegaba a los terrible y abusivo de esa agencia.
Finalmente, viendo esa foto, me sentí afortunado. Y unas horas antes de Thanksgiving, di gracias.
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