2018

Me resulta difícil pensar lo poco que escribí en el 2017. Me dediqué más a tomar fotos y me olvidé de mi blog. Puede haber sido por muchas razones. El 2017 fue algo complicado, con enfermedad grave en la familia, luego el huracán y sus efectos que duraron por semanas.Me propongo escribir más. De eso no hay duda.

El otro día en uno de esos recordatorios que hace Facebook, me salieron unas fotos de Nueva York de hace unos años. En una de ellas estoy en un restaurante con mi amigo Andrés Roura. Y me acordé que en estos días es el aniversario de su fallecimiento. Lo que me hizo dar un vistazo a muchos de sus emails hablando de cine. Y fue extraño ver los últimos, donde trataba de explicarle como activar la parte streaming de Netflix. En ese tiempo era un servicio pequeño, comparado con el de DVD delivery. En el último, dos días antes de su repentino fallecimiento, me dice "No entiendo como hacerlo. Creo que los jarabes que estoy tomando me tienen mareado." Y aquí acabó nuestra correspondencia de 3-4 años. Un final raro. Nada memorable. Pero quizás lo es porque demuestra lo impredecible de todo.

Este fin de semana son las Fiestas de la Calle San Sebastián. Mi fin de semana favorito para desconectarme de social media y no ver fotos de amigos borrachos con cerveza Medalla en la mano, dejando saber que "miren lo mucho que gozo." Tengo un libro interesante sobre la expedición de Mallory al Monte Everest. Y este es momento para terminarlo.

Ayer vi "Darkest Hour" la película sobre Churchill. Gran actuación de Gary Oldman. Pero la película peca un poco de ser Oscar Bait. Es al historia de como Churchill sube al poder, se enfrenta a enemigos y triunfa dando un discurso memorable. Cuando lo termina, recibe aplausos y sale de Parlamento como todo un ganador. Faltaba el tema de Rocky. Pero vale la pena por Oldman. BTW, el cine estaba lleno de señoras mayores que no paraban de hablar. Traté de que se callaran, pero no me hicieron caso. O más bien, no entendían porqué las mandaba a callar.