Interesante película de Luis Buñuel sobre un predicador (Claudio Brook) que se trepa en un obelisco en el medio del desierto donde predica, hace milagros y es tentado por el diablo (Silvia Pinal). Lo fascinante es que al principio al escuchar lo que predica todo suena tan bíblico que uno jura que se trata de una biografía de la vida de alguien real, algo así como lo que hizo Pasolini con su maravillosa "The Gospel According to St. Matthew". Pero claro ese es parte de lo que nos quiere decir Buñuel, que todo esa prédica es absurda.
La película es muy buena. Y tengo que aceptar que de pronto ver a Silvia Pinal topless me dejó algo confundido. La conocía por películas cursis mejicanas y de pronto verla semi desnuda y actuando de una manera tan sexual fue inesperado. Interesantemente Pinal y sus esposo fueron los que dieron el dinero para que Buñuel pudiera hacer cine en Méjico en tiempos que por la dictadura de Franco, no era posible para el director.
La película sólo dura unos 50 minutos debido a que no había dinero para más. Lo que hizo que Buñuel la terminara de una manera realmente increíble. Con un salto en los últimos 5 minutos digno de un surrealista. Un salto enorme que hay que ver para creer.
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