Para alguien en escuela superior en los 1970's, la película "Carrie" de Brian De Palma es un ícono de esa época. Una película que proyectaba el high school como un lugar terrible, cruel y lleno de idiotas. Y es claro, que en algún momento en esos años todos pensamos eso. Además, la película proyectaba una sexualidad que era relevante para los jóvenes de esa época que quizás éramos más naive que los de ahora. ¿Qué muchacho puede olvidar esa escena de títulos que nos metía en el mundo del locker de las chicas? Ya con esa fantasía, De Palma nos tenía enganchados. BUeno, y el film era muy bueno, lleno de buenas actuaciones y con unos de los finales más memorables de la historia del cine.
Entonces, aquí tenemos el remake. Todavía tenemos la escuela superior cruel. Pero la sexualidad está ausente. Ya nadie puede mostrar desnudos en un locker room de high school, aunque las actrices tengan más de 18 años. Y bueno, ya lo adolescentes todos llevan una vida sexual a esa edad. La fantasía del locker room ya no debe no existir. Quitas eso y no queda mucho.
Esta Carrie es bastante cercana a la de De Palma en término de historia. Pero falla en muchos niveles. Los actores no son especialmente memorables. Y la Carrie de Chloe Grace Moretz no es el ugly duckling verdadero de Sissy Spacek, que aún en el prom lucía meramente "linda". Moretz es demasiado preciosa. Desde el principio vemos que es una chica sexy maquillada para lucir fea. Sabemos lo linda que realmente es.
Su actuación no es mala, pero no cala huella.
En cuanto al final. Pues no esperen el de De Palma, sino uno realmemte olvidable. "Carrie" fue un fracaso total para la MGM. El mundo ha cambiado, los adolescentes también. Ya no hay lugar para Carrie White.
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